Me presento: soy el chico de la foto.
También suelo coger el autobús de las nueve, el que va a la universidad. Mi madre se asoma a la ventana todas las mañanas con tal de que no me escape. No entiende que también puedo escaparme sentado en una silla. Oye, ¿ves la luz encendida? Bueno, pues no es ella. Esa es mi vecina la cotilla jaja
- ¿Por qué te ríes?
- No sé. Es un coñazo en verdad. Ahora resulta que madre y la vecina también se han fijado en la chica rara de la parada . Yo antes solía mirarla descaradamente, pero con las marujas al acecho me siento intimidado [marujas suena parecido a mujeres]. Luego llego a casa y dicen que me gusta, y que a ellas no les gusta para mí. Ni su bolso crudo, ni su mono vaquero, ni su gorro verde. ¿Qué importa eso? Si solo quiero desnudarle.
Con los dedos y luego con los ojos,
como hacen conmigo
las que se asoman a la ventana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario